Tan siquiera encontraba simpático al cajero, montado encima de una tarima y escondido detrás de una National, que te premiaba la espera con un caramelo. Pero hoy, después de mas de cuarenta y cinco años, al entrar, me di cuenta que parte de la historia que me pertenece, estaba escrita entre esos montones de telas que intuyo han de desaparecer muy pronto de la vida barcelonesa.
Calle del Carmen 24 . Barrio del Raval
Quan vaig entrar per primera vegada, de la mà de la meva mare, feia anys que estava inaugurat. Poques vegades mes ho vaig tornar a trepitjar. No m'agradava l'espera, ni les cues de les dones comprant per metres gases, teles, tuls i boatas. No m'agradava l'olor a humitat que desprenia, ni el trista de la seva il·luminació.
Tan si més no trobava simpàtic al caixer, muntat damunt d'una tarima i amagat darrere d'una National, que et premiava l'espera amb un caramel. Però avui, després de mes de quaranta-cinc anys, en entrar, em vaig adonar que part de la història que em pertany, estava escrita entre aquests munts de teles que intueixo han de desaparèixer molt ràpid de la vida barcelonina.
Carrer del Carmen 24 . Barri del Raval
Su máquina de escribir
Sus anaqueles de telas
Las inolvidables maletas de la inmigración
La puerta principal
Desde la calle
Cien mil pasos, y alguno más
La esquina
El deterioro de la belleza
http://goo.gl/maps/aZ33d
ResponderEliminarComo tú has dicho el deterioro de la belleza, me quedo con eso.
Miquel, otro establecimiento que se destruye, harán pisos, como aquí al lado de mi casa, en una semana, han tirado abajo una casa preciosa y tenía una higuera tan grande que salía a la calle y todos los veranos cogía higos a pié de calle de lo grande que era, y unas palmeras que ya no están, y así todo va de mal a peor, no entiendo muchas cosas mi mente está saturada de tantas desgracias, huracanes, incendios, estafas, mentiras y ni una verdad.
Creo que estamos desorientados MTRINIDAD. Y que ahora estamos empezando a percibir la belleza de las cosas, aquellas que no se rompían nunca, que eran para siempre, que duraban toda la vida.
ResponderEliminarHoy todo es efímero, hasta la noticia de un huracán...¿ quién se acuerda hoy de Haiti ?
Un beso
Me acuerdo de Haiti,siempre tengo allí a dos personas muy queridas, Mª Carmen, una doctora que hace muchos años que está allí contra la malaria y nos comunicamos a través del FB, y ALEN, que está en La Ille Du La Vache, que se fué en el 2008, y allí está haciendo cosas importantes, ya te enviaré fotos de éllos, por mail.
ResponderEliminarAyer hizo 7 años del vertido del Prestige" los hilillos de plastelina..."
Me acuerdo de tantas cosas querido Miquel, bon día, buen post y estupendas fotografías del Indio, solo eso nos quedará, las fotos.
Pienso que lo que estais diciendo es verdad: estamos viviendo unos tiempos a los cuales nuestra manera de pensar y hacer no está acostrumbrada nuestra mente. Somos todos al revés de lo que pasa. Yo en esto de las tiendas digo siempre que solo lo entiendo bajo el prisma del dinero. No vendo/cierro. Me da igual que tenga cien o doscientos años de historia. Que lo fundo mi abuelo o Colón. No vendo/cierro.
ResponderEliminarQueridos amigos, esto no es el l'Auca del Senyor Esteve, que va pasando la merceria de padres a hijos hasta que llega Ramonet y no quiere la tienda.
Y una última cosa: la frase quizás más definidora de todo el texto, la que dice el Granero cuándo responde a lo que dice el señor Pau a Ramonet («ahora podrás ser escultor»), la que guarda la reflexión más pragmática de la obra («ahora podrás ser escultor, pero porque tu padre y abuelo paga el mármol»)
Salut.
Para vender ahora es más bonito poner lucecitas y cosas que cambian todos los días. Antes se hacían las cosas para que durasen...
ResponderEliminarUn saludo
Esa tienda la tengo yo que ver ¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarSaludos ¡¡
MTRINIDAD, JOSEP...poco que decir dentro de una ciudad que nos fagocita y se nos come.
ResponderEliminarTEMUJIN..., mi mi pequeño niño...Burgos sigue siendo una ciudad pequeña, encantadora, ciudad que cobija...Pienso que las cosas cambian, pero perderse por perderse no.
Quedarán persianas, carteles, rótulos, estandartes, plafones, vitrinas, arcenes...quedarán cosas de hace tiempo, el mismo tiempo que hace ciudad...
Aquí nos lo comemos todo, y ese, solo ese es el problema.
Salut
ahora que lo pienso, querido buscador del tiempo (relojes), tienes heridas de nostalgia que sangran a veces con una leve sonrisa, a veces con una lágrima que no se atreve a caer
ResponderEliminar.
un abrazo
la nostalgia nos engaña OMAR, envuelve los recuerdos del pasado en bolsas decoradas de colores, cuando no dejan de ser bolsas.
ResponderEliminarNo soy nostálgico, soy recordador.
Recordador.
Salut
Esta tienda era mucho más grande, daba a dos calles, me imagino que ahora es de alquiler y por eso no se hacen mejoras en ella, yo tengo la esperanza de qué mantengan alguna cosita y hagan, por ejemplo, un restaurante, entiendo que ese tipo de negocio no puede prosperar en la actualidad.
ResponderEliminarSin embargo venden más de lo que parece, mi madre les compraba bastantes cosas, alfombras, sábanas.
Una tía abuela tenía una cabeza de indio que le regalaron con no sé qué motivo de un aniversario antiguo. Por cierto, creo que su decoración no es la original, sinó que se renovó totalmente a principios de siglo, cosa que también hace pensar en la mentira de lo supuestamente auténtico.
Una novelista, Roser Caminals, imaginó en una de sus novelas, todas ellas bastante bien ambientadas, que uno de los protagonistas era el creador de la tienda.
Me sabe muy mal también ver como cae la cuchillería de la calle del Carmen, que en el rótulo indica que está allí desde 1809. Planas, creo que se llama.
Viendo como acabó la sastrería Amat, que también había sufrido diversas reformas, en bazar chino lamentable, ya no me extraña nada de nada.
Tengo sin embargo la esperanza de qué al menos pongan, por ejemplo, un restaurante... veremos.
Te sigo en la esperanza, JÚLIA...ojalá¡
ResponderEliminarsalut
No m'hi havia fixat mai, pero m'agrada molt aquesta botiga, de fet, cada vegada m'agrada més tot el que sigui antic, encara que sigui ranci. És és autèntic i sobre tot dona una personalitat pròpia al paisatge de les ciutats, ciutats que cada vegada són més uniformes, amb els mateixos Bars de disseny, Bancs i franquicies del que sigui.
ResponderEliminarEs pert lentament, com jó...arribará un día, falta poc. que dirá adeu...i ja hi será .
ResponderEliminarSalut FRANCESC PUIGCARBÓ...molta salut
Miguel cuantas veces entrado con mi Madre en esas tienda muchas. Un saludo
ResponderEliminar"El deterioro de la belleza", bonic joc de paraules...
ResponderEliminarSnif, una altra botiga antiga de referència...
ResponderEliminarYa ves JESÝS PECECILLO, otro recuerdo que se nos va...
ResponderEliminarsalut
Ha surtit així.
Una abraçada VEI DE DALT
Pos si GALDERICH...pos si...
salut
Tremolo només de pensar que pugui desaparèixer!
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ResponderEliminarCada vez que paso por ahí, me encanta mirar los escaparates y echar un vistazo al interior. Me gusta entretenerme en recrear -con la imaginación- el tiempo en el que El Indio fue lugar de renombre donde se exhibían las novedades en un ambiente de actividad comercial ya perdido.
cronica de una muerte anunciada...una pena.
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